El 2024 ha sido un año de diversas celebraciones de nuestro patrimonio audiovisual. El pasado 13 de junio cuando la televisión nacional cumplió 70 años de existencia, la Fundación Patrimonio Fílmico Colombiano – FPFC y el Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones de Colombia – MINTIC, celebraron este aniversario con un evento que convocó iconos del periodismo, cultura y entretenimiento. Un evento lleno de historia en el que se recordó a través de archivos de imágenes en movimiento, así como las grandes bandas sonoras de la televisión colombiana; un evento para recordar y reconocer el valor de la pantalla chica en Colombia, sus orígenes y su proyección internacional.
Asimismo, el pasado mes de agosto la Radio Cubana cumplió 102 años y en este marco, Alexandra Falla Zerrate, la directora de la FPFC y vicepresidenta de la Asociación de las Televisiones Educativas y Culturales Iberoamericanas – ATEI, visitó La Habana para participar en la reciente edición de Radiomorfosis 2024; en esta línea, la FPFC reconoce y exalta el valor de la radio como otro universo mágico del patrimonio cultural de gran importancia en América Latina, a través de las memorias sonoras. Cabe mencionar que en el caso colombiano, muchos de quienes trabajaban en la radio fueron protagonistas de los orígenes de la televisión y quienes lograron posicionar este importante medio de comunicación.
Radiomorfosis 2024 abordó temas como la historias de las radio iberoamericanas, con diferencias y puntos comunes, así como el desarrollo a nuevos formatos y el consumo digital, que ha generado grandes transformaciones y retos. Parte fundamental del evento fue también todo lo relacionado con la preservación y salvaguarda de esa memoria sonora y su renacimiento en el entorno digital. Hoy las nuevas generaciones tienen acceso a esa memoria y a grandes éxitos radiales como “El derecho de nacer” (1948) o “Kalimán” (1963), dos famosas producciones que gracias a los procesos de restauración y por supuesto, a los repositorios digitales que cobran vida y se conectan con nuevas audiencias. Asimismo, el evento abordó temas como los nexos entre el cine y la radio en Cuba, donde se destacan la producción de películas de cine en versión radiofónica, así como la supervivencia y auge de los formatos radiofónicos infantiles, presentes en muchas de las parrillas de programación radial latinoamericanas.
“La cultura del mundo al oído de los colombianos” – Un poco de su historia en Colombia.
“La cultura del mundo al oído de los colombianos” fue la frase que identificó a la primera emisora colombiana HJN, que inauguró desde el Capitolio nacional el 5 de septiembre de 1929. “El jueves 5 de septiembre quienes tenían un radio en su casa pudieron escuchar la primera emisión de la HJN: palabras del ministro de Correos y Telégrafos, José de Jesús García, la orquesta del maestro Alejandro Wills, y la famosa Lira Colombiana, el conjunto musical del músico Pedro Morales Pino (autor de famosas piezas como El Calavera).” Según el portal digital de Radio Nacional de Colombia.
Fue en Bogotá y Barranquilla en donde nacieron las primeras emisoras. La emisora oficial del Estado, la HJN y el 8 de diciembre se inauguró la primera emisora comercial: La Voz de Barranquilla. La HJN surgió por iniciativa del gobierno del presidente Miguel Abadía Méndez, pero su mayor impulso se dio con el primer presidente de la República Liberal, Enrique Olaya Herrera.
La radio colombiana se desarrolló en un contexto internacional de conflicto, con el crecimiento del medio coincidiendo con la Guerra con el Perú en los años 30. Estos hechos mostraron la necesidad de modernización, además puso de manifiesto la necesidad de reforzar la capacidad militar e incrementar las comunicaciones. La radio tuvo un papel central y definitivo en el desarrollo de esta guerra y siguió consolidándose a través de los años como uno de los más importantes medios de comunicación de Colombia.
En el panorama actual, según la Unesco, la radio es un medio de comunicación de bajo costo, no sólo adecuado para comunidades, sino también es apreciado por oyentes de todo el mundo para recibir información en tiempo real o simplemente, y no menos importante, para sentirse acompañado. La radio brinda a todos, sin importar su nivel de educación, la oportunidad de participar. Los servicios de radio evolucionaron y utilizan tecnologías digitales, por ejemplo, la “radio visual” o multiplataforma, que ofrecen sus programas como podcasts o crean series de audio, brindando a los oyentes una mayor libertad en la elección del momento de escucha y del dispositivo utilizado.
La magia de la radio reside en su poder, no solo por ser la fuente de esa ruptura de las fronteras entre los territorios o el amplificador de la diversidad de voces regionales o el mediador de la educación y la cultura nacional e internacional; también en su capacidad de mutar en el tiempo y seguir sintonizando actualidad, reflexión, comunidad. Como todos los medios, la radio ha tenido la capacidad de reinventarse hasta formatos contemporáneos como los podcast, hoy otra fuente y forma de consumo.
Para la FPFC, la radio, las memorias sonoras, el país que está guardado en estos archivos son tesoros radiofónicos y son parte de nuestra biografía nacional, que orgullosamente también se restaura y se custodia, como parte de la misionalidad de la institución. La radio también hace parte de nuestro patrimonio cultural y de esa memoria que debemos preservar para la historia, por nuestra identidad y para las nuevas generaciones.