Enrique Grau (1920-2004) ha sido y será reconocido como uno de los grandes artistas colombianos del siglo XX. A cien años de su nacimiento, el pasado 8 de abril fue el protagonista de una nueva entrega del ciclo Memoria Activa 2020 de la Fundación Patrimonio Fílmico Colombiano, conversatorio en el que recordamos y re-visionamos algunas de las obras emblemáticas del cine experimental colombiano.

Destacado en las artes plásticas, Grau también fue un enamorado del cine. Amor que no se limitó al apoyo de un espectador más, sino que además le conminó a hacer parte activa del llamado séptimo arte en cintas como La langosta azul (1954, junto a Álvaro Cepeda Samudio, Luis Vicens, y Gabriel García Márquez), sino que también lo inspiró a aventurarse a llevar a los carretes su propia visión de María, el clásico de la literatura nacional escrito por Jorge Isaacs y que en el año 1966 vería la luz en el Teatro Ferroviario, durante el  II Festival de Vanguardia de Cali.

La visión cinematográfica de Grau recibió una gran influencia de su participación y colaboración con otros artistas y en colectivos como, entre otros, el ya mencionado Grupo de Barranquilla y el Cineclub de Colombia (1949), en donde tuvo contacto con algunas de las tendencias y escuelas artísticas del surrealismo y expresionismo que, más tarde, se reflejarían en su obra.

Con una visión bastante peculiar,  la María de Grau es una obra que aborda la novela de Isaacs a partir de una visión anticanónica y bastante libre del artista cartagenero: un Efraín convertido en vengador, casi, de la muerte de su amada o una María que evoluciona del recato al vampirismo, así como aves, flores y objetos clásicos como viejas postales que buscan teatralizar el romanticismo clásico criollo, hacen parte del repertorio de una cinta silente, a color, rodada en formato de 8 milímetros y filmada en parajes de Tabio (Cundinamarca) y Bogotá, entre los que se incluyen, la propia casa del director.

Por supuesto inspirada en el clásico de Isaacs, la María de Grau aborda la obra desde una óptica más rebelde y, si se quiere, contestataria que rompe los esquemas de una novela cumbre del romance latinoamericano; muy en el tono de la época (años 60) en donde se rompe con moldes más tradicionales de las artes audiovisuales.

Es fácil imaginar el impacto en círculos culturales tradicionales al enfrentarse a una pantalla en la que María es ya no una inocente joven entregada al siniestro destino sino siniestra ella misma, o a un Efraín que presa del desconsuelo se deja llevar por el sentimiento de venganza contra sus propios padres y, sacrílegamente, contra el propio Jorge Isaacs.

Grau (Pasión y Muerte de Margarita Gautier – 1964) logró con María sentarse nuevamente en la butaca del director, desde donde conoció de primera mano el aprecio pero también desprecio de una crítica que, incluso, llegó a solicitar el veto de su obra por considerarla una falta de respeto frente a un clásico de nuestra literatura. Aun así, la cinta es hoy considerada como una de las más importantes del cine experimental nacional y un documento de obligatoria consulta para abordar la historia fílmica de nuestro país.

La suerte de la cinta María de Grau, ya en términos más prácticos, puede decirse que fue tan accidentada como la de su producción y exhibición. Las cintas fácilmente pudieron haberse extraviado para siempre enterrando con ellas la posibilidad de acceder a ella más allá que por referencias o artículos de la época.

Sin embargo, pocos años después del fallecimiento de Grau (2004) una copia (la única física existente) fue hallada en su casa en Bogotá y, a partir de allí, inició la historia de su restauración, trabajo ejecutado por la Fundación Patrimonio Fílmico Colombiano en 2013, tras un esfuerzo que se extendió por más de cuatro años.

En la actualidad, María hace parte del archivo fílmico colombiano y está al alcance de los colombianos a través de consulta o de proyecciones como la recientemente realizada en la segunda jornada del ciclo Memoria Activa 2020, en donde con la participación de Yamid Galindo (profesor de la Uniagustiniana), Rodrigo Vidal (profesor de la Universidad Autónoma de Occidente), Henry Laguado (director del Festival de Cine de Bogotá) y la moderación de Alexandra Falla (directora) y Rito Alberto Torres (subdirector técnico) de la Fundación, se exploró la cinta ante la participación de 70 espectadores que se conectaron de manera virtual a través de Zoom y el fanpage de nuestro aliado Canal Zoom para participar en el conversatorio y disfrutar de la proyección virtual del filme.

Presentación Conversatorio María de Grau:

Memoria ACTIVA 2020, MARÍA (E, Grau, 1966)

 

 

MARÍA – ENRIQUE GRAU (1966)

40 min. Color, silente

DIRECCIÓN: Enrique Grau.

GUIÓN: Enrique Grau, Alberto López (Adaptación).

FOTOGRAFÍA: Alberto López, Diego León Giraldo.

MONTAJE: Enrique Grau, Alberto López, Arturo Esguerra, Camilo Calderón.

CÁMARA: Diego León Giraldo.

INTÉRPRETES: Francisca Ponce de León, Arturo Esguerra, Sofía Prieto de Soto, Germán Vargas, Mauricio Vargas, Susy De Vargas, Diego León Giraldo, Santiago García.