El miércoles once de abril tuvo lugar un interesante  conversatorio en conmemoración al Bogotazo  acompañado  con la muestra de fotos, audios y vídeos del suceso en el auditorio Teresa Cuervo del Museo Nacional. La charla contó con la participación de Tatiana Duplat de Señal Memoria (RTVC); el director del Museo Nacional, Daniel Castro Benítez y Alexandra Falla Zerrate, directora de la Fundación Patrimonio Fílmico Colombiano.

En el diálogo se destacó la importancia de la recuperación de la memoria como parte del proceso de reconocimiento de nuestra identidad cultural y de nuestra historia.

Adicionalmente, con motivo de esta fecha histórica la Fundación Patrimonio Fílmico Colombiano recuperó un montaje de imágenes que fueron  preservadas desde los originales en nitrato de celulosa en el año 2003. Estas imágenes recogen fragmentos de lo acaecido en el Bogotazo, dicho material proviene de un pietaje filmado por la empresa Procinal de Camilo Correa, fundador en 1946 de la Productora  Cinematográfica Nacional.

Según Correa el nueve de abril de 1948 se inició la filmación a las 2:15 pm, desde esa hora uno de los camarógrafos ya había registrado aspectos  tan relevantes como el incendio de San Carlos y el ataque al Capitolio. Mientras que el mismo Correa filmaba los incendios nocturnos, los cadáveres en la vía pública y el entierro de Gaitán. Aunque la película nunca se terminó debido a las dificultades que encontraron Correa y su productora para lograr una copia final, el filme se fragmentó en diferentes partes.

Por tanto, el fragmento de aproximadamente treinta minutos con el que cuenta la Fundación contiene diversos aspectos previos a la muerte del caudillo, así como discursos de Mariano Ospina, Alberto Lleras y Laureano Gómez; al mismo tiempo, se encuentran algunas secuencias de los asistentes a la IX Conferencia Panamericana, además de la insurrección del Bogotazo, el entierro de Gaitán y una marcha posterior. Una narración entrecortada  destaca la trascendencia de las imágenes.

Cabe agregar que este evento gozó de gran asistencia, por lo que es posible inferir que el escenario que aún convoca la conmemoración del Bogotazo sigue siendo crucial para la determinación de la identidad colombiana, así como de la representación y construcción de nuestra memoria colectiva.