A lo largo de la historia del cine colombiano, algunos títulos y producciones no han sido ajenas a la polémica y, valga decirlo, a la censura. Más allá de la época o la temática, el cine nacional también tuvo episodios que alimentan esa historia a través de filmaciones que hoy ya hacen parte de la memoria colectiva gracias incluso a episodios que trascienden las fronteras de la gran pantalla.

Quizás el primero de estos episodios fue el protagonizado por Garras de Oro: The Dawn of Justice – alborada de la justicia (1927) que poco menos que 20 años después de la separación de Panamá, retrató en tono de crítica e ironía, este hecho histórico que dividió la historia de Colombia en dos.

Dirigida por Alfonso Martínez Velasco, quien para esta producción y para protección propia usó el seudónimo P. P. Jambrina o Pepe Jambrina, la cinta narra la historia de cómo el diario neoyorkino The World trataba de destapar el entramado que terminó por provocar la independencia panameña en detrimento de los intereses colombianos.

La cinta usó una sátira fuerte que terminó por provocar el descontento de diversos sectores nacionales pero, más que todo, estadounidenses que a través de una fuerte presión diplomática promovieron su censura en las salas colombianas. Arma de doble filo que terminó por alimentar la curiosidad de un público colombiano que, indignado y solidario, mantuvo llenas las salas en donde aún se proyectaba la película.

Y aunque podría decirse que la censura el alimento de su éxito, también es justo mencionar que Garras de oro, por mérito propio, se convirtió en un clásico del cine colombiano.

Filmada en 1927, en formato blanco y negro y, por supuesto, silente, Garras de oro cuenta entre sus características con un segmento colorizado a mano que si bien ejemplifica algunas de las limitaciones de la época, también funcionó como recurso visual en la cinta.

Así se pudo observar el pasado 23 de mayo en el conversatorio de Memoria Activa, el ciclo de cine colombiano realizado por la Fundación Patrimonio Fílmico Colombiano, que en esta ocasión contó con la presencia virtual a través de Zoom del director colombiano Lisandro Duque y el profesor del CNACC Armando Russi, quienes junto a Alexandra Falla, directora de la Fundación y Rito Alberto Torres, subdirector de la misma, compartieron conceptos e historias que permitieron a los espectadores conocer más en detalle los episodios que acompañaron el rodaje, la proyección y la censura de Garras de oro.

Proyectada por primera vez en Cali, la cinta logró un gran suceso y reconocimiento marcada por su trama pero también por los intentos relativamente exitosos de censura que terminaron convirtiéndola en la cinta maldita del cine colombiano. Su director y sus productores, por ejemplo, temiendo las inminentes represalias, prefirieron mantenerse en el anonimato, hecho que alimentó la leyenda detrás de la cinta.

Una película que, más allá de la polémica que aún hoy se presenta en conversatorios y círculos académicos sobre su historia y su técnica, definitivamente hace parte de nuestro patrimonio y hoy, gracias al esfuerzo de restauración concluido exitosamente en 2012 por parte de la Fundación Patrimonio Fílmico Colombiano, se mantiene viva y disponible para que el público nacional pueda acceder a ella, verla a través del lente de los años y reencontrarse, como siempre, con esas narrativas que ya hacen parte de nuestra historia cinematográfica y, por qué no, política.

Presentación Conversatorio Garras de Oro:

Memoria Activa 2020. GARRAS DE ORO