El pasado 26 de enero falleció Julio E. Sánchez Vanegas, un protagonista de hitos históricos en la televisión y el cine nacional.  Sánchez Vanegas nació en Guaduas, Cundinamarca en 1930, casado con Lili Cristo, tuvo cuatro hijos varones Julio, Jaime, Alberto y Gerardo, quienes, de diversas maneras, han continuado el legado recibido y han hecho sus aportes a los medios de comunicación, proyectándose desde Colombia al ámbito internacional.

Don Julio, tuvo la oportunidad de hacer parte de los iniciadores desde el primer día de la televisión en Colombia, en 1954, como maestro de ceremonias. Se destacó luego en los teleteatros y en la programación televisiva.  Por aquellos años iniciales, la televisión y el cine se complementaban técnicamente, es de esa época, su vinculación como actor de carácter en memorables producciones cinematográficas colombianas que fueron dirigidas por extranjeros. Participó bajo la conducción del mexicano Luis Moya Sarmiento en El milagro de sal (1958), interpretando a un feroz minero y compartiendo papeles estelares con Bernardo Romero Lozano (1909-1971), precursor de la dramaturgia en nuestra televisión. En Mares de pasión de 1961 y en la inacabada Pirañas en el Amazonas, de 1960, bajo la dirección del español, que se residenció en Cuba, Manuel de la Pedrosa, tuvo la oportunidad de interpretar, en la primera, a un contrabandista y en la segunda a un ecuánime juez de circuito.

Como maestro del entretenimiento y empresario, fundó la programadora de televisión Producciones JES, en 1962, cuyo más recordado espacio fue Concéntrese una contribución a la educación comercial de los colombianos, que rivalizaba por la audiencia, en una época de dos canales, con Yo sé quien sabe lo que usted no sabe del otro Maestro, en todo el sentido de la palabra, Alfonso Castellanos (1934). Producciones JES, apócope de su recordado nombre, fue la responsable de internacionalizar la televisión nacional con las retrasmisiones, para Colombia, de la gala de coronación del concurso mundial de belleza, Miss Universo y la entrega de los Premios Oscar, eventos que transmitió durante más de 40 años y que le permitieron forjar un lema que hizo historia. Hoy desde Hollywood, en el caso de los premios de la Academia, mañana desde cualquier lugar del mundo.

Cuando el periodo histórico de empresas televisivas concesionarias del espectro público iba camino a cambiar a los canales privados, JES produjo telenovelas y magacines, de variedades y espectáculos, de frecuencia semanal, como Panorama, favorecidos durante su emisión con horarios de máxima audiencia. En la telenovela, el formato de mayor trascendencia a nivel mundial de la televisión colombiana, con Sangre de lobos (1992) y La maldición del paraíso (1993), el rastro de Julio Enrique Sánchez Vanegas se prolonga en nuestra memoria audiovisual.

La Fundación Patrimonio Fílmico Colombiano valora los logros que realizó Julio E. Sánchez Vanegas, “Cacharilas”, como lo conocían de manera cariñosa sus compañeros de trabajo. Varias de sus películas han sido restauradas por esta entidad, con la convicción de su importancia para el patrimonio audiovisual del país. Sólo nos resta decir ¡GRACIAS DON JULIO POR SU INVALUABLE APORTE!