El año 1897 marca la llegada del cine a Colombia cuando las primeras proyecciones de materiales fílmicos arribaron al país por Panamá, Cartagena y Bucaramanga en donde el público nacional empezaba a conocer, aunque de manera un poco accidentada, la magia de las imágenes en movimiento.
Si los inicios fueron difíciles, la evolución del cine nacional no lo fue menos. Sin embargo, esos primeros intentos de construir una industria nacional siempre contaron con cómplices y soñadores que le permitían sobrevivir y mantener los proyectores encendidos: Acevedo e hijos, los hermanos Di Doménico y muchos más que, con mayor o menor éxito, permitieron que durante aquellos primeros años siempre se contara con nuevos intentos y nombres en producción y exhibición.
Como es de suponer, los primeros años del cine nacional estaban totalmente enmarcados dentro del cine silente, una etapa que se extendió hasta los años 30 con la película Colombia Victoriosa (Acevedo e hijos, 1933). Producciones como María (primer largometraje nacional, 1922), Garras de Oro (1926), Aura o las violetas (1924), Alma Provinciana (1926), La tragedia del silencio (1924) y Bajo el cielo antioqueño (1925), entre otras, surgen como los primeros grandes referentes de la cinematografía colombiana si bien algunos de ellos (como la mencionada María) debieron ser rescatados del olvido a través de restauraciones parciales o simples referencias documentales y periodísticas, únicos testimonios que les sobreviven.
A pesar de las ya referidas dificultades, la obra silente en Colombia fue parte fundamental de la historia de nuestro cine y, vale decirlo, también del patrimonio fílmico de la humanidad tal y como fue reconocido en 2018 cuando el Archivo Histórico Cinematográfico Colombiano de los Acevedo, fue aceptado como el primer archivo audiovisual colombiano aprobado e incluido en el Memory of the World Latin America and Caribbean, Mowlac, de la UNESCO.
Para abordar el cine silente en Colombia vale remitirnos al cortometraje En busca de María en el que Luis Ospina y Jorge Nieto rescatan del olvido este primer largometraje reconstruyendo su historia a partir de los pocos fragmentos que se conservan de la cinta original (25 segundos); o la también mencionada Garras de Oro, un filme de alto corte político y contestatario para la época (1926) y restaurado por la Fundación Patrimonio Fílmico Colombiano recientemente.
Amplios esfuerzos se han realizado durante las últimas décadas por parte de la Fundación para rescatar del olvido y de la extinción un amplio número de las obras que se produjeron durante la época silente de nuestro cine. No es un secreto que un alto porcentaje de este material se ha perdido o destruido, pero los esfuerzos han permitido mantener vivos, aunque sea de manera parcial, algunos fragmentos y filmes de nuestro cine silente.
Es así que 2012 la Fundación con el apoyo de Proimágenes Colombia y el Ministerio de Cultura, publicó la colección Cine Silente Colombiano, una serie que incluye diez DVDS con las obras iniciales de mediados de la década de los años 20, legado de la cinemateca colombiana que presidio Hernando Salcedo Silva, y un cuadernillo que incluye la ficha técnica y una breve sinopsis de cada una de las obras. Las películas fueron musicalizadas por los profesores y egresados del Departamento de Música de la Universidad de los Andes. Esta colección constituye un acervo muy apreciado de las películas argumentales del cine colombiano.
Materiales que tendremos la oportunidad de revivir en los próximos días durante una nueva etapa de Memoria Activa, conversatorios virtuales que realizamos desde la Fundación Patrimonio Fílmico Colombiano y que hemos venido presentando desde finales del mes de marzo con encuentros virtuales a través de la plataforma Zoom y cuya etapa de cine experimental concluimos el pasado 15 de abril con la proyección de Las ventanas de Salcedo y A mal tiempo buena cara o La ópera del mondongo, obras fundamentales del director barranquillero Luis Ernesto Arocha.
Iniciaremos así una nueva etapa del ciclo Memoria Activa enfocada en el cine silente en la que tendremos la oportunidad de revisar películas de los primeros años del cine, no solo colombiano, sino latinoamericano que, si bien no hacen parte del cine nacional, sí nos permiten atestiguar similitudes y diferencias entre nuestra cinematografía y la de la región.
Por esto los invitamos a unirse a estas nuevas proyecciones virtuales que iniciarán durante la primera semana del mes de mayo con la participación de expertos conocedores de la historia del cine de nuestro continente.
Alexandra Falla Zerrate, directora Fundación Patrimonio Fílmico Colombiano.