El cortometraje ha sido durante los largos años de historia de la cinematografía mundial un elemento fundamental de la producción fílmica. Además de las ventajas y recursos que brinda a sus realizadores, es también una suerte de carta de presentación para directores, productores y todos los actores que participan en su concepción.
La historia del cine nacional, por supuesto, no ha sido ajena al abordaje del corto como forma narrativa. Cientos, si no miles de historias, han sido contadas al público con cortometrajes que exploran, cuentan, muestran y materializan historias que han marcado el trasegar de nuestra narrativa fílmica.
Precisamente los cortos han sido parte de varios de nuestros ciclos y conversatorios Memoria Activa, oportunidad que nos ha permitido reunir en torno al cine nacional a expertos, conocedores, académicos y protagonistas del cine colombiano brindando un marco ideal para la exhibición de varias de estas producciones.
Nuevamente el pasado 8 de julio realizamos una nueva sesión de Memoria Activa en la que, como siempre, bajo la conducción de Alexandra Falla, directora de la Fundación Patrimonio Fílmico Colombiano, acudimos a la proyección de cuatro cortometrajes colombianos que, cada uno a su manera, marcaron momentos clave en la constante construcción del corto en Colombia.
Acompañados por el docente y realizador audiovisual Felipe Moreno y el reconocido director colombiano Lisandro Duque, quienes con sus experiencias y conocimientos brindaron un inmejorable marco para la proyección, disfrutamos de los cortos El Valle del Cauca y su progreso (1926), Tiempo de sequía (1961-1962), Lluvia colombiana (1977) y Gabo: Premio Nobel (1982).
La proyección permitió observar, ya con un bagaje especial brindado por la distancia, las diferentes temáticas y estilos con que el cine colombiano, en este caso a través del corto, contaba sus propias historias.
El Valle del Cauca y su progreso, por ejemplo, una producción de The Colombia Film Company, hace un recorrido por la Cali de los años 20 enseñándonos algunos de los lugares emblemáticos de la ciudad y permitiéndonos conocer los resultados de una consolidación industrial que marcaría el destino de la capital vallecaucana.
Muy distinta es la historia de Tiempo de sequía, corto con el que hacemos un largo salto temporal hasta la década de los 60 y en donde, de la mano del genial Julio Luzardo, somos testigos de la historia de una familia campesina que, agobiada por la aridez de la zona en la que viven deben apelar a sus instintos de supervivencia para poder sobrevivir.
Menos cruda y más experimental es Lluvia colombiana, tercer corto proyectado en la sesión, que nos muestra escenas de diferentes espacios del país en los que (como se puede suponer por el nombre) cae la lluvia. Un corto plagado de recursos audiovisuales que explora diferentes técnicas cinematográficas bajo la dirección de Lisandro Duque y Herminio Barrera.
Finalmente un documento para la posteridad: Gabo: Premio Nobel, cortometraje de Nancy Munevar e Iván Clavijo que nos muestra algunos de los momentos más importantes del galardón recibido por el escritor colombiano por parte de la Academia Sueca en 1982.
Cuatro cortometrajes que, además, nos permitieron conocer historias específicas del corto colombiano como la iniciativa de sobreprecio de la que se beneficiaron Lluvia Colombiana y Gabo: Premio Nobel.
Una nueva exploración realizaremos el próximo 16 de julio con una nueva sesión de nuestra Memoria Activa. Como siempre, conectados de manera virtual y acompañados por expertos de nuestra filmografía, conoceremos más y abordaremos nuevos cortometrajes para conocer más sobre la producción cinematográfica que hace parte de la historia del cine colombiano.
Presentación Conversatorio Del Corto al Largo: