Este 2025 es un año simbólico para quienes aman, crean y preservan las imágenes en movimiento. Celebramos 130 años del cine, un acontecimiento histórico que ha transformado no solo el entretenimiento, sino también la forma en que narramos nuestra identidad y transmitimos nuestros valores culturales. En el marco del Bogotá Audiovisual Market (BAM), que se realizará a partir del 14 al 18 de julio en la capital del país, la Fundación Patrimonio Fílmico Colombiano rendirá homenaje a este hito con una programación especial que une historia, memoria y tecnología.
Desde la primera proyección pública de los hermanos Lumière en 1895, el cine ha sido una fuente inagotable de asombro, crítica y emoción. En Colombia, solo dos años después de ese hito mundial, Bogotá ya vivía su primera experiencia cinematográfica en Barranquilla en el Teatro Municipal. Desde entonces, el cine nacional ha documentado nuestras luchas, amores, conflictos y paisajes, dejando una huella imborrable en la memoria colectiva. Esta celebración alrededor del cine estará acompañada de una experiencia inmersiva, con visualización de teatros y películas restauradas.
Consciente de la importancia de este aniversario, la Fundación Patrimonio Fílmico Colombiano ha diseñado dos actividades especiales para el BAM 2025 que conectan el pasado con el futuro del audiovisual:
- Magia en movimiento: 130 años de cine: exposición que recorrerá los 130 años del cine mundial y colombiano, desde los orígenes del cinematógrafo hasta la era digital, destacando momentos clave en la historia del cine y su impacto en el país.
- Realidad virtual (VR): los asistentes podrán vivir una experiencia inmersiva que fusiona tecnologías contemporáneas con archivos históricos, demostrando que el patrimonio también puede experimentarse desde la innovación.
Esta iniciativa no solo conmemora el paso del tiempo, sino que hacen visible el valor del archivo, de la memoria preservada y de los relatos que resisten al olvido. En tiempos de sobreproducción audiovisual y consumo fugaz, recordar los caminos recorridos se vuelve un acto político y cultural.
Estos homenaje constituyen una oportunidad para reafirmar que el cine y la televisión regional no son solo parte de nuestro pasado, sino pilares esenciales de lo que queremos ser como sociedad. Que esta celebración sea también un llamado a fortalecer las políticas públicas de preservación, producción y circulación de contenidos propios. Porque sin imágenes de nosotros mismos, no hay país que se mire ni que se sueñe.