Cali se vistió de cine con el XI Festival Audiovisual, estudios Takeshima, adscrito a la Secretaria de Cultura de la ciudad. Este evento que tuvo lugar desde el 25 de septiembre hasta el 29 del mismo mes, destacó la filmografía nacional  en el Cine Foro Andrés Caicedo, ubicado en la plazoleta Jairo Varela.

Durante los días en los que se celebró esta fiesta audiovisual los apasionados por el cine del suroccidente del país disfrutaron de estrenos de películas colombianas  hechas en el 2018. Del mismo modo, tuvo un especial lugar el corte patrimonial del material que acaparó la atención del público, pues algunos de los metrajes colombianos presentados correspondieron al trabajo de restauración que la Fundación Patrimonio Fílmico Colombiano ha realizado con el fin de mantener una identidad cinematográfica estable.

Igualmente, uno de los momentos más importantes en el Festival fue la franja en la que se reflexionó en torno a una muestra de cine LGBTIQ.Durante los últimos días de este evento se celebró  un homenaje a Fernando Solórzano, actor cuyo trabajo ha marcado la historia escénica y audiovisual en nuestro país. Igualmente, se  hizo una distinción al director de cine Jhonny Hendrix, cuyas obras han obtenido reconocimiento alrededor del mundo.

Cabe mencionar que el objetivo de este encuentro fue reconocer y promover las películas colombianas, para así dar cuenta del proceso de exploración que tiene lugar dentro de la creación cinematográfica y de esta manera, hacer observaciones sobre la industria fílmica.

En este contexto, el subdirector técnico de la Fundación Patrimonio Fílmico Colombiano: Rito Alberto Torres participó  como conferencista y expositor durante los conversatorios con actores y directores de cine. Otras de las personalidades que hicieron parte de este espacio fueron el crítico de cine Pedro Adrián Zuluaga y John Harold Better Armella, un poeta cuyo estilo narrativo contestatario e irreverente devela la marginalidad del mundo homosexual.

Cabe mencionar que los Estudios de Grabación Takeshima son producto de una donación del Gobierno del Japón al Municipio de Santiago de Cali en el año 2000. Dieciocho años después los Estudios se  conservaron  y fortalecieron  no solo como institución sino como una organización que trabaja permanentemente de la mano con la Secretaría de Cultura en procura de garantizar su misión de apoyar las manifestaciones culturales y artísticas de la ciudad y de la región a partir de los medios audiovisuales y sonoros.