Ciro Durán es un director cuyo bagaje incluye el teatro y el cine. Entre sus referencias citadas están directores como Eisenstein, Pudovkin y Lev Kuleshov. La influencia de estos directores es temática y formal. La asociación de problemáticas relacionadas con la violencia y la desigualdad, al igual que en Pudovkin, se resuelve mediante la reflexión particular que deriva a un plano de metáfora colectiva. De esta manera la toma de consciencia dentro del ejercicio documental se convierte en una inflexión que busca desnaturalizar imaginarios sociales.
Su primera película, “La paga” (1962), orquestada durante su residencia en Venezuela trata sobre el campesinado. Su finalidad era evidenciar este tipo de desigualdades que acaecen en provincia y para eso se valió de un tipo de exploración argumental, no documental. En cierta medida lo que justificaba sus intereses estéticos y políticos, dentro del régimen de lo sensible− como podría leerse en código de Jacques Ranciére− era también un trasfondo familiar: sus experiencias de niño. Cabe recordar que Durán nació en Convención, Norte de Santander, y que estos temas le eran harto conocidos, por lo que su mirada política se construía también desde su vivencia.
Por su lado, en “Aquileo venganza” (1968), se detallan a modo de western los años siguientes a la Guerra de los Mil Días que devastó los campos colombianos. De esta manera, bandoleros al servicio de los grandes terratenientes atacan a los pequeños propietarios para quedarse con sus tierras, en este caos la familia Bernal es víctima de una de estas bandas¸ comandadas por el alcalde del pueblo. Aquileo es el único sobreviviente y jura vengarse.
En este filme es posible percibir un esfuerzo por emplear los recursos cinematográficos dentro de una narrativa de los acontecimientos colectivos, se tiene como ejemplo la escena de la bacanal en la que participan los protagonistas, las prostitutas, los bandidos, en fin, todos. Este tipo de celebración orgiástica y carnavalesca instaura una forma de concreción y disolución del argumento por medio del guion.
Por su lado, la cinta “Gamín” (1977) trata el tema de los niños de la calle que han roto todo lazo familiar y que reagrupados tratan de sobrevivir a todas las adversidades que se les presentan. El registro en este documental enseña una capacidad demoledora de análisis. Nuevamente en esta película, Durán enseña cómo la marginación social no es fruto de la casualidad, ni tampoco un arraigo de la cultura.
Por último queremos hacer mención de la película “La toma de la embajada” (2000) en la que se narra el asalto que un comando del grupo guerrillero M-19 realiza a la Embajada de la República Dominicana en BogotḠen el momento en el que se celebraba la fiesta nacional. De esta forma son retenidos numerosos diplomáticos¸ entre ellos el embajador de los Estados Unidos.
En este filme se recrean las relaciones entre secuestradores y rehenes¸ y las negociaciones con el gobierno para lograr su liberación. Es interesante anotar que la mirada de Durán hacia este tema consigue una reflexión de un amplio alcance, pues indaga sobre la problemática del canje humanitario, en el que el intercambio de presos políticos por elevadas sumas de dinero se discutía durante el mandato de Andrés Pastrana.
La resolución pacífica de este suceso captó la atención de Durán, quien se decidió a mostrar la interacción entre los personajes, más que el hecho violento. La cinta es una amalgama de ficción, con imágenes de archivos que entreveran los espacios de la narración con los de la historia. En este juego de asociaciones y evocaciones se valida la perspectiva de cada una de las partes involucradas en el acontecimiento, por lo que es posible hablar de un espléndido uso del recurso de la polifonía, mencionado por el formalista Mijail Bajtin en su teoría sobre la narratología. Lo anterior, solo hace énfasis en la capacidad de Durán para interpretar el discurso atendiendo a las cualidades dialógicas imbricadas en la trama, es decir, dar lugar a las presencias simultaneas que provienen de diversas visiones del mundo, voces sociales e históricas en las que se implican a los secuestrados, el gobierno y los guerrilleros.