La Fundación Patrimonio Fílmico Colombiano se gestó con el fin de convertirse en el archivo audiovisual colombiano, iniciativa que surgió en la década de los cincuenta del siglo pasado. Gracias al fomento del Cine Club de Colombia, el catalán Luis Vicens Mestre (1904-1983) creó la Filmoteca Colombiana, que con los años se llamaría Cinemateca Colombiana. Posteriormente, en el año de 1957, y tras la adquisición de las primeras cintas que conformarían una parte importante de su acervo la Cinemateca fue aceptada como miembro de la Federación Internacional de Archivos Fílmicos (FIAF).
En 1979, y con la gestión de figuras como Jorge Nieto y Hernando Salcedo Silva (1916-1917), esta entidad se constituyó como la Fundación Cinemateca Colombiana. La presencia tanto de Nieto como de Salcedo fue determinante para la conformación de un archivo nacional, que entre sus preseas, ya contaba con producciones emblemáticas como “Bajo el cielo antioqueño” (1925), perteneciente al Archivo Histórico Cinematográfico de los Acevedo y “Alma provinciana” (1926) de Félix J. Rodríguez.
Así también en la década de los ochenta, la Compañía de Fomento Cinematográfico FOCINE, convocó a un comité de preservación para profundizar en un proyecto de conservación de archivo de imágenes en movimiento. La anterior iniciativa se consolidó con la creación en 1986 de la Fundación Patrimonio Fílmico Colombiano, a la que concurrieron FOCINE en representación del Ministerio de Comunicaciones y el Instituto Distrital de Cultura y Turismo en su calidad de entidades de carácter público. Así también, se sumaron Cine Colombia, la Fundación Rómulo Lara y el Cine Club de Colombia.
Por su parte, las colecciones fílmicas y los fondos documentales fueron el legado que la Fundación Cinemateca Colombiana encargó a esta nueva entidad, todo con el propósito de que la tarea de la conservación y preservación creciera y se expandiera a través del vasto legado audiovisual colombiano. En aras de lo anterior en el año de 1987 el Archivo Histórico Cinematográfico de los Acevedo, que contenía registros entre 1915 y 1955 fue puesto a disposición del público tras su restauración y preservación. Con el tiempo, el archivo engrosó su material con colecciones como las de la Secretaría de Prensa de la Presidencia de la República y de la Compañía de Informaciones Audiovisuales; entre los archivos que se sumaron al acervo estaban también los noticieros cinematográficos Actualidad Panamericana, Noticiero Novedades y varios archivos de FOCINE, solo por mencionar algunos.
Actualmente, y a sabiendas de la extensión del depósito de la Fundación, experiencias colaborativas como la de la FIAF (Federación Internacional de Archivos Fílmicos), SIPAC (Sistema de Información del Patrimonio Audiovisual Colombiano) y la CLAIM (Coordinadora Latinoamericana de Imagen en movimiento) adquieren relieve en tanto se propician espacios en los que es posible dialogar sobre la idea de comunidad dentro del archivo audiovisual, tema que resulta acuciante para la consolidación de estrategias de divulgación y políticas de rescate y restauración de archivos, por lo que el trabajo de la Fundación Patrimonio Fílmico se cierne dentro de comunidades especializadas que cuidan la salvaguarda del audiovisual.
Por tanto, desde lo que compete a la Fundación, convenios como los establecidos con entidades como el Fondo Mixto de Promoción Cinematográfico, Proimágenes Colombia, RTVC-Señal Memoria, el ICANH, Instituto Colombiano de Antropología e Historia, el Centro Nacional de Memoria Histórica y la Filmoteca de la Universidad Nacional Autónoma de México, UNAM, para citar algunos ejemplos, permiten ver la misión de la conservación como un sueño que solo se realiza mediante una acción colectiva que comprende la memoria como un elemento fundante de la reflexión sobre el pasado, el presente y la proyección a un futuro.
En este mismo sentido, La Fundación Patrimonio Fílmico Colombiano socializa sus acervos mediante la exhibición de películas en ciclos académicos como los de Memoria Activa, que funciona en asocio con el canal universitario Zoom y varias universidades. Las proyecciones mencionadas también dan fe de esos esfuerzos comunes cuyos frutos se encaminan a la resignificación de la memoria y al relieve de los archivos a través de su contacto con el público.