Exposición fotográfica del Cine Silente Colombiano que tuvo lugar en la Casa Presno.

 

Del seis al diez de noviembre se llevó a cabo el tercer Festival Internacional de Cine Silente en Puebla, México. En esta edición el tema central fue el cuerpo, en tanto que este se manifiesta como un territorio de luchas y de resistencias que dan cuenta de un lugar y de un tiempo determinados en los que es posible soñar y pensar el discurso del cine desde lo anatómico.

En consonancia con lo anterior, se celebró el centenario de “Santa”, filme mexicano que, además de ser la primera muestra de cine sonoro de México, establece una indagación sobre el imaginario de la decencia y la pureza femenina a partir de una secuencia melodramática en la que su protagonista vive un calvario en el que el engaño y la deshonra familiar terminan por dirimir una expiación de su pecado juvenil: el amor. Todo esto se canalizó en la idea de la corporalidad fémina como metáfora de la resiliencia y así mismo de la transformación.

“Santa” es una adaptación de la novela homónima de Federico Gamboa que contó con la magistral dirección de Luis G. Peredo y con la actuación de Elena Sánchez Valenzuela.

Las conferencias relativas a esta cinta estuvieron enmarcadas por diversas sorpresas, por ejemplo, la presentación de  fragmentos recuperados del filme, como ocurre en el caso de la secuencia de la bailarina Norka Rouskaya, así como diferentes materiales de investigación que hacen un esfuerzo por fraguar una interpretación de  esta emblemática película del cine mexicano.

La gala de la proyección estuvo a cargo, en su musicalización, por Alfonso Vargas Castillo, Atlas David Zaldivar Briseño, Elizabeth Mares Delgadillo, Guadalupe Trejo Ramos, Lorena Ruiz Trejo y Oscar Olmedo Hidalgo, quienes interpretaron la partitura original del maestro José María Serralde Ruiz.

En este contexto, la Fundación Patrimonio Fílmico Colombiano participó dentro de la sección “Latinoamérica silente” en la que se presentaron los filmes: “Aura o las violetas” (1924) de Pedro Moreno Garzón y Vicenzo Di Doménico y “Garras de Oro” (1926) de P.P Jambrina, ambas restauradas por la Fundación. No obstante, vale la pena recordar que “Garras de Oro”, contó con aportes de la Fundación para la Conservación y Restauración del Patrimonio Cultural Colombiano del Banco de la República y el Departamento de Cine del Museo de Arte Moderno de Nueva York.

A propósito del diálogo que se entabló entre el panorama del estudio y su desarrollo en América Latina, Alexandra Falla Zerrate, directora de la Fundación Patrimonio Fílmico Colombiano enfatizó que “cuando las generaciones más jóvenes dan una nueva mirada a este tipo de cine, cuyo origen se remonta a más de un siglo, necesariamente surge un espacio de resignificación en el que estos acervos se revitalizan. La decisión de conocer la historia fílmica de Latinoamérica es relevante en tanto que este material permea dentro de la memoria y la construcción de una idea de nación”.

Las palabras de Falla Zerrate, enmarcan el principal objetivo que comparten tanto el Festival Internacional de Cine Silente (FIC) y la Fundación Patrimonio Fílmico en Colombia, pues suponen alianzas positivas que se reafirman en la certeza de que este género se vigoriza con el paso del tiempo.

Por tanto, la participación de la entidad en el Festival se convierte en una consecuencia lógica que se ciñe al propósito misional de la Fundación, cuya prioridad es también socializar este tipo de archivos audiovisuales que siguen fascinando nuestra imaginación y que en este caso, nos interpelan a propósito del motivo de la corporalidad.

Dentro de la agenda que se llevó a cabo, también se inauguró una exposición fotográfica de cine silente colombiano que tuvo lugar en la Casa Presno, esta contó con el apoyo del posgrado en Ciencias del Lenguaje del ICSYH, Alfonso Vélez Pliego, de la Universidad Autónoma de Puebla. La muestra tuvo por fin dar a conocer los inicios del cine en Colombia.

Se mostraron paneles que tenían fichas técnicas y sinopsis de los títulos contenidos en la recopilación de la Colección de Cine Silente Colombiano, en la que se divulgan las películas y fragmentos recuperados hasta el año 2009. En la exposición fue posible observar las impresiones de algunos fotogramas que fueron tomados de las películas restauradas, y además una cronología en la que el espectador podía demarcar los principales momentos que determinaron el histórico periodo comprendido entre 1915 y 1928.

Sumado a lo anterior, Alexandra Falla dictó una master class sobre el patrimonio fílmico y la importancia de su preservación, restauración y socialización. Así mismo, participó en el conversatorio que versaba sobre el acceso al archivo fílmico, en el que se discutió sobre los desafíos que se tienen en Latinoamérica para el acceso a los acervos de esta índole.

La experiencia de entablar diálogos y discutir sobre las realidades del cine, permite comprender la dimensión que se establece entre sus inicios y su actualidad. Por tanto, en este evento se exhibieron una selección de 58 cortometrajes contemporáneos de 28 países. Además, se rindió homenaje a Guadalupe Ferrer Andrade, ex directora de la Dirección general de Actividades Cinematográficas de la Universidad Nacional Autónoma de México.