Son infinitas las historias que nos cuentan los archivos audiovisuales acerca de nuestros pueblos, nuestra identidad, nuestras formas de ver e interpretar el mundo. Durante los siglos XX y XXI los relatos, ya sea en video, película, radio u otros formatos, ha permitido desarrollar distintas narrativas, que reflejan la manera en la que desde las que múltiples orillas, entendemos nuestro entorno. Las imágenes y los sonidos se han convertido así, en representaciones de la realidad, que implican miradas subjetivas muy valiosas para la compresión de contextos y momentos históricos.

Explorar de nuevo estas historias, rememorar y revisitar el pasado a través de estos archivos no sería posible sin el trabajo de restauración, conservación y difusión que se realizan desde diferentes instituciones. Como Fundación Patrimonio Fílmico Colombiano, trabajamos día tras día justamente para lograr conservar y mantener vivo nuestro patrimonio audiovisual.

Por declaratoria de la Unesco y en atención a la importancia que se le ha dado a este trabajo y a la memoria como elemento fundamental en la cultura de las naciones, el próximo 27 de octubre tendremos una nueva jornada del Día Mundial del Patrimonio Audiovisual, una conmemoración que servirá para resaltar el papel que jugamos organizaciones como la nuestra y por supuesto, para reflexionar sobre los retos que a futuro esta tarea implica.

En Colombia la Fundación Patrimonio Fílmico Colombiano ha sido parte fundamental de la conservación y difusión de este patrimonio. En nuestros archivos, luego de un incansable trabajo de recolección y restauración, reposan materiales que van desde las obras primigenias de nuestro cine hasta archivos de documentales televisivos que marcaron época durante los años 80 y 90, pasando por nombres como los de los Acevedo, los hermanos Di Doménico, Marco Tulio Lizarazo, Gloria Triana, Gabriela Samper, Camila Loboguerrero, Lisandro Duque, o el grupo de Cali con Carlos Mayolo y Luis Ospina a la cabeza, por mencionar solo algunos.

Gracias a la conservación de este patrimonio hoy podemos ver, algunas veces a través apenas de fragmentos que lograron sobrevivir al tiempo y después de un delicado trabajo de restauración, algunas de las obras que representaron los inicios, el desarrollo y, por qué no decirlo, la consolidación de la producción audiovisual colombiana. En esta línea, en nuestro acervo se encuentra, por ejemplo, un valiosísimo fragmento de María, la primera película colombiana, dirigida por Máximo Calvo Olmedo en 1922 y de la que apenas se conservan 25 segundos que, muchos años más tarde, hicieron parte del documental En busca de María que, codirigido por Luis Ospina y Jorge Nieto y que exploró la aventura que representó la filmación de la obra de Calvo Olmedo.

También vale la pena mencionar, por lo que representan para el cine nacional y del mundo, el trabajo de los Acevedo, los ‘Lumiere colombianos’; una familia que dedicó gran parte de su vida a la construcción de una industria cinematográfica, en épocas de grandes dificultades y retos. De su trabajo conservamos títulos como el Noticiero Nacional, cortos de noticias que se emitían en salas de cine del país divulgando hechos sociales, políticos y deportivos que sucedían en el país; Colombia Victoriosa, filme de 1932 que retrata algunas historias de la “guerra” entre Colombia con el Perú; La tragedia del silencio (1924); el clásico costumbrista Bajo el cielo antioqueño (1925); o un valioso documento cinematográfico en el que se registraron los últimos instantes de vida de Carlos Gardel en Medellín, grabación que retrata al artista argentino antes del accidente que le costaría la vida.

Los Acevedo, pilar fundamental de nuestra historia, no solo son reconocidos por el ámbito nacional como los pioneros de nuestro cine: en 2018 su obra, condensada en el Archivo Histórico Cinematográfico Colombiano de los Acevedo, fue incluida en la Memoria del Mundo de la UNESCO convirtiéndose así el primer archivo audiovisual colombiano en ser incluido en este importante escenario.

Este 27 de octubre, como lo hacemos día tras día a través de nuestras diferentes actividades, trabajos e iniciativas, tendremos la oportunidad de volver a recordar a los Acevedo y su trabajo, a los también fundamentales Di Doménico, Calvo, Ospina, Loboguerrero y a todos aquellos que, aún en las épocas más difíciles de nuestra agitada historia reciente, miraron hacia el cine y lo audiovisual para retratar las historias de sus tiempos dejando para la posteridad imágenes que trascienden sus épocas.

El Día Mundial del Patrimonio Fílmico fue establecido en 2005 por la Unesco para conmemorar los primeros 25 años de hacer público un 27 de octubre de 1980, en el marco de la vigésima primera Conferencia General de las Naciones Unidas, la Recomendación para la salvaguardia y preservación de las imágenes en movimiento. Fue más de dos décadas después cuando esta organización oficializará a través de la Resolución 33 C/53 que todo los 27 de octubre se celebrará como el día para generar conciencia sobre la importancia de la conservación y restauración del patrimonio audiovisual de la humanidad.

Desde la Fundación Patrimonio Fílmico Colombiano estamos convencidos de la importancia de nuestra labor: rescatar, restaurar y circular estos materiales, siempre buscando la presencia activa de nuestro patrimonio audiovisual y nuestra identidad como Nación, es vital para nuestra existencia y nuestra cultura. Seguiremos trabajando en esta dirección, sin perder de vista que hoy también estamos construyendo la memoria audiovisual del mañana, pues ésta no es algo estático, es algo vivo que se alimenta día a día.

Alexandra Falla Zerrate, directora Fundación Patrimonio Fílmico Colombiano