MEMORIA ACTIVA – EL MILAGRO DE SAL
El pasado 3 de noviembre iniciamos la cuarta parte del ciclo Clásicos del cine colombiano restaurados, en donde estuvimos hablando del nacimiento de un cine propio con ‘El milagro de sal’ (1958), dirigida por Luis Moya Sarmiento.
En esta oportunidad nos acompañaron como panelistas: el pintor David Manzur y el escritor y realizador Sandro Romero Rey, con quienes Rito Alberto Torres, subdirector técnico de la Fundación Patrimonio Fílmico Colombiano conversó sobre el drama social que plantea esta película, cuyo recurso narrativo se da a través de la representación de una crónica periodística en donde se presentan las condiciones adversas del trabajo de los mineros.
Luis Moya Sarmiento nació en la ciudad de México en 1907, además de director de cine fue decorador y escenógrafo. Inició su carrera en las carpas de variedades y obras de teatro, en 1930 viajó a Colombia y permaneció hasta 1935, año en que regresó a México para trabajar en el ámbito del séptimo arte durante la era dorada del cine este país. Dentro de su labor como escenógrafo, trabajó para Juan Bustillo de Oro (Canaima / El dios del mal – 1945), Roberto Gavaldón (Marco Antonio y Cleopatra – 1946), con está película fue nominado a los premios Ariel en 1947. También trabajó para Luis Buñuel (El gran calavera – 1949). En estos largometrajes pudo demostrar sus conocimientos de historia del arte y puso en evidencia su admiración por el expresionismo de F.W. Murnau, las reconstrucciones de época y los ambientes campesinos al aire libre.
Dentro de su filmografía como director en Colombia están: Colombia incógnita (1950), Tres cortometrajes (institucional, urbano y rural) para la Contraloria General de la República promoviendo el Censo Nacional de Población y El milagro de sal (1958).
SOBRE EL MILAGRO DE SAL
Cinematográfica Colombiana, 1958.
DIRECCIÓN-GUIÓN: Luis Moya Sarmiento.
PRODUCCIÓN: Antonio Ordóñez Ceballos.
FOTOGRAFÍA: Felipe Frías M., Giuseppe Demari (Densitometría).
CÁMARA: Alfredo Corchuelo, Octaviano Correa, Andrés Acosta (Coordinación fotográfica).
MONTAJE: Yesid Guerrero, Víctor Plata R. (Compaginación).
SONIDO: Luis Fernández, Miguel Vanegas (Efectos), Roberto Sandoval (Grabación).
MÚSICA: Luis Antonio Escobar y Francisco Cristancho (compositor bambuco Bochica).
SCRIPT: Elvira de Moya.
LOCUCIÓN: Enrique Pontón
INTERPRETES: Teresa Quintero (Clara), David Manzur (Andrés), Julio E. Sánchez Vanegas (Octaviano), Bernardo Romero Lozano (Don Ambrosio, jefe de mineros), Hugo Pérez, Miguel Rincón, Javier Díaz, Aldemar García, Miguel Torres, Betty Valderrama, Ángel Alberto Moreno, Sofía Moreno.
SINOPSIS: narrada como una crónica periodística que ocurre en una sola jornada. Relata las difíciles condiciones en que laboran los operarios de las minas de sal, tomando como centro la historia Andrés García (David Manzur), un minero que el día de su boda quedó atrapado por un derrumbe, mientras su esposa es abusada por un antiguo pretendiente de ella. La promesa del protagonista para salvarse, explica, en la película, el origen de la Catedral de Sal de Zipaquirá excavada en la mina.