JAIME ROMERO (1943-2021)
Por Rito Alberto Torres, Subdirector Técnico, FPFC.
Cuando un amigo parte hacia la eternidad queda un vacío que es más grande cuando esa persona ha estado cerca, en razón de compartir el lugar de trabajo, por muchos años, en la Fundación Patrimonio Fílmico Colombiano. Jaime Romero técnico de archivo cinematográfico presto su apoyo profesional, desde los comienzos de la institución en 1987, cuando se inició el rescate y preservación del patrimonio fílmico nacional, hasta 2014. Ahora descansa en paz.
Jaime Octavio Romero Galeano nació en 1943, en Jesús María, municipio, situado al sur del departamento de Santander, en la provincia de Vélez. En 1960 la productora Cine TV Films, liderada por Héctor Echeverri Correa, mantenía de manera empecinada “la llama encendida” de la producción cinematográfica, en Colombia. Esta productora es responsable de títulos como Tres cuentos colombianos (1963) y El rio de las tumbas (1965). Ahí, en ese ambiente, de afirmación de la identidad fílmica nacional, se inició como voluntario en trabajos de auxiliar de luces y cámara. Para 1966 fue a ocuparse, en Cinex LTDA, del laboratorio para el procesamiento de los materiales en cine, con el maestro Horacio Posada, dueño de este empeño empresarial, hoy convertido en Fundación, con un archivo audiovisual a cargo.
En 1969, el Instituto Colombiano de Desarrollo Social, Icodes, tenía un laboratorio de revelado y copiado para rollos en formato de 16 milímetros y en estas labores especializadas continuo su formación laboral, nuestro recordado Jaime.
Para 1981 se vinculó como compaginador y montajista de negativo fílmico a Laboratorios Bacatá. Uno de los pocos sitios, donde de manera industrial los materiales cinematográficos se revelaban y copiaban, en el país, a finales del siglo pasado. Al cierre de Bacatá, en 1987, Jorge Nieto (1943-2012), cofundador de la Fundación Patrimonio Fílmico Colombiano, lo llamó para que iniciara las labores de revisión, mantenimiento y verificación de los acervos en rollos en 35 y 16 milímetros. Esta labor donde se combina la inspección directa del soporte, para su identificación y clasificación; además de la valoración del estado de conservación, con la recolección de los datos filmográficos de autoría, artísticos y producción, tareas realizadas de manera profesional y con todo tesón, hasta 2014. Su trabajo al igual que el de otros compañeros, como Atanacio Tato Martínez, son la base a partir de la cual se siguen los procedimientos de preservación, conservación y catalogación que permiten el uso y reutilización de los acervos audiovisuales.
¡Gratitud y memoria para Jaime Octavio Romero Galeano!