VÍCTOR GAVIRIA, DIRECTOR Y POETA

Poeta, escritor, libretista y, por supuesto, director de cine. Uno de los nombres más destacados de la cinematografía nacional es Víctor Gaviria (Medellín, 19 de enero de 1955) un realizador que ha logrado imprimirle a sus producciones no solo historias que quizás de otra manera muchos colombianos no conoceríamos, sino un impacto visual y narrativo que le ha permitido consolidarse como el maestro de un género a nivel nacional e internacional.

Con obras como Rodrigo D, No futuro (1991) o La vendedora de rosas (1998), Gaviria logró consolidarse como uno de los autores imprescindibles del cine colombiano con un estilo particularmente crudo y real que, apelando a los llamados ‘actores reales’ narraba historias que ellos, sus propios protagonistas, de alguna y otra manera vivían o atestiguaban en su día a día.

Psicólogo de profesión y, además de director de cine, Víctor Gaviria también es un destacado poeta y escritor, autor de varios libros y obras que le permitieron muy temprano en su carrera recibir reconocimientos como el premio del Concurso Nacional de poesía Eduardo Cote Lamus en 1978 y el Premio Nacional de Poesía de la Universidad de Antioquia en 1979.

Durante su ya extensa carrera, el director antioqueño ha plasmado en el cine un estilo propio que, con cada historia llevada a la gran pantalla, construye un universo que, aunque podemos llamar propio, es en realidad el de personajes que lo viven o padecen cada día. Actores o intérpretes que en casos como el de Ramiro Meneses (Rodrigo D, no futuro) o Lady Tabares (La vendedora de rosas), de alguna forma han trascendido la pantalla en la que fueron protagonistas para convertirse en referentes a partir de sus propias vivencias.

El reconocimiento a Gaviria, evidentemente, no ha sido esquivo. Junto al favor del público y de la crítica, en el haber del antioqueño destacan el haber hecho parte de la selección oficial del Festival de Cine de Cannes con los que quizás han sido sus películas más destacadas: Rodrigo D, No Futuro y La vendedora de Rosas.

No menos destacable fue el resultado de obras posteriores como Sumas y Restas (estrenada en 2015) y que, además de recibir más de una decena de premios internacionales (Festival de Cine de Cartagena, Festival de Cine Latino de Miami o el Premio Ariel de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas, entre otros) hizo parte de la selección oficial del Festival de Cine de San Sebastián.

Con La Mujer del Animal (2017), Víctor Gaviria abordó nuevamente un tema social esta vez centrado en la violencia de género y que, nuevamente, plasmó la mirada crítica del director sobre una historia que sigue siendo crítica en diferentes niveles de la vida diaria de sus protagonistas.

Queda mucho por decir y, seguramente, por conocer de la obra del director del que se espera pronto conocer nuevos títulos que se sumen a su filmografía. Por lo pronto, invitamos a abordar, a retornar a su extensa obra ya sea a partir de la gran pantalla con títulos como los mencionados y muchos otros que cuentan con su firma, sino también a través de su literatura (Con los que viajo sueño – 1978, El pelaíto que no duró nada – 1992, entre otros).